Estoy viviendo en Madrid y esta noche -para eso estamos en verano- hace mucho calor. Habitualmente no tengo insomnio pero esta noche me veo incapaz de meterme en la cama y tratar de conciliar el sueño. Tal vez es porque mi marido ya duerme y mis hijos no están en casa, no se oye sus ruidos.
Salgo a la terraza y me tiendo en la tumbona. No llevo las gafas pero juraría que hay luna llena. Tal vez es por eso por lo que no me siento capaz de dormir. No veo ninguna estrella. Desgraciadamente, es muy difícil ver estrellas en las noches madrileñas: la polución, la excesiva iluminación de la ciudad...
Si trato de hacer memoria, mi "última noche estrellada" :-) se remonta a unas vacaciones en el mes de agosto de hace tres años en Nerja pero si me pongo a pensar en estrellas creo que los cielos más bonistos los he visto en la Isleta del Moro, en el Cabo de Gata.
En noches como esas (joe, si Neruda me leyera) era un placer tratar de encaramarse a las estrellas, incluso con los ojos cerrados, inhalando bocanadas de sueños y exhalando aros de placer.
Ahora estoy contenta. Si quisiera fumar podría pero no quiero. Podría fumar con total libertad pero no sería libre. Así que no he de sentirme triste sino feliz. No fumo porque no quiero.
Bueno, voy a ver si mis nervios me permiten meterme en la cama y no molestar a mi marido. No tengo ganas de fumar. Estoy alterada. Igual es la luna.
Buenas noches.
