Objetivo: dos meses

Imagen de Maitechu
Maitechu
8 Agosto 2016

Ya he cumplido siete semanas sin fumar y mi objetivo inmediato es llegar a los dos meses. Y estoy totalmente decidida a lograrlo a pesar de que resulte bastante durillo. La verdad es que en éstas últimas semanas mi vida ha sufrido una mini-revolución. Problemas de salud -hoy me hacen un EMG en la espalda y el brazo izquierdo- nuevo trabajo, dejar de fumar... Hasta me he cortado el pelo, muy cortito, y he decidido no seguir tiñéndomelo porque quiero ver cómo queda con su color natural grisáceo, por las canas. Creo que en las próximas dos semanas será más fácil que me tiña el pelo que retomar el vicio del tabaco.

Mis hijos son una enorme ayuda para no recaer pero todos sabemos lo que a veces cuesta. Ellos lo ignoran porque nunca han fumado pero parece que lo entienden. Estoy muy, muy, muy irritable y respondo de mala manera. Pero nunca he sido así y eso me irrita aún más. Me doy de plazo hasta los tres meses de abstinencia; si para entonces no logro recuperar mi afable carácter habitual -pese a tener bastante temperamento- me replantearé lo del cigarrillo. Afortunadamente no he engordado; la báscula oscila kilo arriba kilo abajo igual que en los últimos años. No podría resistir engordar seis kilos. En eso he tenido suerte.

Para los que estén en sus primeros días, quiero que sepan que hoy y ahora, tras siete semanas de abstinencia, he tenido deseos de fumar en tan solo dos episodios, que han durado escasos segundos. Hace ocho semanas, ya me habría fumado un paquete a esta hora. 

Todos somos diferentes. En mi caso, lo que peor llevo es la irritabilidad y la tristeza. Lo del mono casi es secundario y os recuerdo que últimamente fumaba dos cajetillas diarias y mi vicio ha durado más de cuarenta años.

Ya se que éste no es un blog para hablar de literatura pero como me gustan los libros incluso más que fumar, me gustaría recomendaros a Joseph Conrad, ejemplo de esfuerzo personal y excelente novelista.